La segunda generación de bailarines/as egresados/as de nuestro programa de formación son Jeremías Ortiz, María Francisca Cruz, Francisca González, Daniela Lara; Camila González, Franco Van der Mollen, Hernán Yévenes, Juana Amigo, Lisette Romero, María Palacios, Paulina Rodríguez, Paulina Manríquez, Karla Teiguel, Violeta Deblieck, Daniela Gacitúa.
Dirigida por el destacado bailarín Joel Inzunza, la obra indaga en el territorio como experiencia y relato corporal. Los y las intérpretes del montaje son los y las estudiantes de primer año: Juanita Amigo, Jocelyn Burgos, Hermes Cartes, María Francisca Cruz, Raúl Chavarría, Violeta Deblieck, María de los Ángeles Palacios, Daniela Gacitua, Matthias Gozalez, Francisca Gonzalez, Camila González, Daniela Lara, Paulina Manríquez, Jeremías Ortiz, Paulina Rodríguez, Lissette Romero, Katy Sandoval, Juan Silva, Franco Van Der Moler, Yasna Vásquez, Fabián Vera, Alejandro Vidal, Hernán Yévenes y Alexis Zambrano. Juntos y, a través de una obra sugerente, irónica y reflexiva, esperan suscitar en la audiencia el reconocimiento de diversos espacios de memoria regional.
Desde la unidad más simple y sensible de lo coreográfico, y en disputa de los espacios consagrados a la dictadura de la palabra, nace la pieza de danza «4/ver.pensar.actuar.sentir». Un proceso creativo que emerge del cruce entre la resistente mirada en torno al performer de la creadora Elizabeth Rodríguez, y las subjetividades de quince jóvenes bailarines del programa de formación en danza contemporánea EM:FOCO, del Centro Cultural Escénica en Movimiento. La coreógrafa estuvo cuatro meses trabajando con los/as bailarines del programa, en el marco del seminario Taller Coreográfico, instancia académica de egreso luego de dos años formativos. El trabajo de co creación, que enfrentó en su desarrollo el estallido social, obligó a resignificar la escena, el cuerpo y su valor colectivo, deviniendo en un montaje potente, con una dimensión política y afectiva que, por un lado, suma a los relatos de la danza regional; y, por otro, dota de contenido y cuerpo a la pregunta permanente en torno a lo que la danza tiene que decir, hoy, como práctica artística en la trama social.