Del 14 al 18 de noviembre se realizó la Residencia “Detrás del movimiento”, guiada por el creador español Miquel Barcelona Palau, en el Teatro Biobío, y organizado por Escénica en Movimiento en el marco de Escenas bifurcadas del Festival Internacional LOFT 2022.

La figura de Residencia para la actualidad sería un concepto dinámico que acuña experiencias históricas desde las artes visuales, plásticas, escénicas, etc. Y así mismo como parte de una red de intenciones curatoriales de un espacio teatral o de una ingeniería para desarrollo de las artes y las personas. 

Residir siempre implicará un proceso profundo de reflexión, de acción y de reverberación. Así es como, y a través de un proceso de convocatoria y posterior selección, un grupo compuesto por cerca de 30 jóvenes locales, estuvieron desarrollando un proceso investigativo bajo el alero del coreógrafo durante cincos días de manera intensiva. 

En palabras de Miquel Barcelona “de las primeras cosas que me dijeron: venimos de muchas restricciones. Entonces más allá de algo conceptual, tenía ganas de crear un grupo que se tocara, que sudara. Un lugar simple pero telúrico de intercambio.” 

En dos horarios de muestras y con cita en la Plaza de Armas de Concepción, este medio día fuimos espectadores del cierre de la Residencia “Detrás del movimiento”. Un espacio participativo para condecorar una semana de trabajo. 

Colectivo, telúrico, catártico, repetición y bucle. 

Una constelación de afectos que se hace manada, que se sitúa en el espacio haciendo espacio en medio de lo simbólico de este lugar de reunión, de este lugar de habitual tránsito. 

Trazados relacionales que re configuran el suelo domesticado por los pies y por su transito funcional. Devolviendo el afecto y haciendo gesto en los encuentros, con otros cuerpos, con otras cosas, con otros elementos que configuran el paisaje, y que se rompen mágicamente por la pérdida de la verticalidad. Abandonando la prisa, abandonando la soledad para hacerse rizoma, para convertirse en un cuerpo colectivo. 

Como una manada de afectos, las interpelaciones coreográficas se enredan y se dibujan como trazados de constelaciones que van zurciendo lo simbólico. Colectivizar el gesto para hacerlo patrón, para hacerlo combustión, y que se enciende en la reiteración. 

Repetidas exhalaciones, haciendo y siendo emanación. Se instala la voz, pero esta vez como una jauría, que desde un lenguaje reservado para otras intimidades, se expresan desde una voz que aterriza en un Odeón sin salida. 

En lo colectivo no hay escapatoria. El cuerpo decide permanecer en el viaje de hacerse carne, para convertirse en latido. 

“Me vuelvo a casa con muchas cosas, me llevo mucho cariño y mucha cercanía. Estoy impresionado del nivel de proximidad con las personas, me he sentido muy abrazado,  y quizás un poco abrumado, por esta red de amor”, comenta el director antes de partir a su vuelo de regreso. 

Sin duda esta experiencia se guardará en el corazón del grupo participante. Una marca que se hace huella, a través de prácticas artísticas que recuperan espacios gentiles de trabajo con bailarines y bailarinas, y que la región recibe con sus brazos abiertos. 

La danza del futuro será en manada o no será. 

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Te invitamos a revisar toda la programación del Festival Internacional de Danza Contemporánea LOFT Escenas Bifurcadas 2022 en las plataformas digitales del Centro Cultural Escénica en Movimiento.

Web: https://www.escenicaenmovimiento.cl/loft/version-2022-noviembre/

Instagram: @escenicaenmovimiento

Joel Inzunza es coreógrafo, bailarín, docente, productor, investigador y escritor. Licenciado en Danza, Gestor Cultural, Postgraduado en Prácticas Artísticas Contemporáneas, con estudios complementarios en Francia y Argentina. Trabajó para Universidades UDLA, UChile, INACAP, EMMD, UAHC y para el BANCH como maestro. Sostiene desde 14 años Joel Inzunza & CO con una trayectoria en Chile, Argentina,México, Brasil, Bolivia, Suiza, Vietnam e Indonesia. Escritor del poemario “Esta vez sobre el papel” con la editorial Tinta Negra.